sábado, 8 de agosto de 2015

Mi sexto viaje I: Milán, Verona y Bérgamo Febrero 2014



Dispuesta como siempre para un buen viaje, esta maleta viajera partió rumbo a Milán. 
4 días por delante y 3 ciudades italianas a visitar: Milán, por la que empezaré, Verona y Bérgamo. Para ello alquilé un coche al llegar al aeropuerto de Malpensa en Milán.

Tras reponer fuerzas por el viaje, empecé la visita a rueda por las calles de Milán.




















Destino: La Piazza del Duomo. Es la plaza principal de la ciudad y cuenta con varios palacios y edificios importantes como la Catedral, la Gallería Vittorio Emanuelle II y el Palacio Real. 

La Catedral de Milán o Duomo, tiene 157 m de longitud y espacio para más de 40.000 personas. Esto le hace ser una de las catedrales católicas más grandes del mundo. 
Es de estilo gótico. Su impresionante fachada es neogótica y su construcción comenzó en 1387, aunque se prolongó durante cinco siglos. 
Se levantó en lugar sagrado, pues estuvo ocupado por la Basílica de San Ambrosio desde el S.V. Tras su destrucción por un incendio comenzó a construirse el Duomo.

 
Es de ladrillo revestido de mármol, terminando en pináculos y torres coronadas por estatuas que parecen elevarla al cielo.
El punto más alto es la Madonnina, estatua de cobre dorado esculpido en 1774 y que vigila el movimiento incesante de la ciudad. 


En su interior se puede seguir admirando su belleza y, pese a estar en obras mientras mi recorrido, no por ello perdía belleza con sus largas columnas de mármol y estatuas talladas que llegan hasta el techo.
Guarda en una bóveda tras el altar un clavo de la cruz de Cristo. 
Hay numerosos cuadros colgados con escenas religiosas y esqueletos de distintos santos ataviados con sus mejores galas. 
También la famosa estatua de San Bartolomé el Apóstol, patrón de los curtidores que aparece con la piel arrancada y colgando sobre sus hombros, como muestra del martirio sufrido.
Se pueden realizar varias visitas en su interior: la terraza panorámica, el Baptisterio y la cripta junto al  Tesoro. Por falta de tiempo no realicé ninguna. Quizás la que merezca más la pena sea la terraza y así poder apreciar las vistas de esta bonita ciudad. 

La Galería Vittorio Emanuele II o también conocida como “El Salón de Milán”, es un pasaje comercial diseñado en el s. XIX. 
Son dos arcadas perpendiculares cubiertas por una bóveda de vidrio en forma de cruz latina y en ella podemos encontrar las cafeterías y comercios más conocidos de la ciudad.

















Saliendo por el lado contrario a la Plaza del Duomo se llega a la Plaza de la Scala. En el centro hay una estatua de Leonardo da Vinci y en un lado se encuentra el Teatro alla Scala, el teatro de ópera más grande del mundo. Fue construido en 1778 en el lugar en el que se encontraba la Iglesia de Santa María Della Scala. Funcionó como casino durante algún tiempo. En su interior hay un museo en el que se incluye la visita al vestíbulo del teatro.
 









Junto a la Piazza del Duomo está la Piazza Mercanti. Sigue manteniendo ese aire medieval de otros tiempos y, pese a tener relevancia aun en la vida de la ciudad, durante la Edad Media constituía el centro comercial y gubernamental de Milán. Así lo reflejan los edificios que aun conserva: Palazzo Della Ragione, Logia degli Osii, Palazzo delle Scuole Palatine, Casa dei Panigarola y el Palazzo dei Giureconsulti.





Empieza un nuevo día y con él las ruedas a punto para visitar la ciudad. ¡A rodar!
Primera parada de la mañana: Iglesia de San Lorenzo Maggiore.
 
 
Frente a la iglesia están las Columnas de San Lorenzo, 16 columnas del s. III que formaban parte de la ciudad romana Mediolanum. Si bien Milán fue fundada por los celtas alrededor del año 600 a.C., fue conquistada por los romanos en el 222 a.C. Con ellos la ciudad se desarrolla económicamente por su situación privilegiada, cruce entre las arterias principales de la zona del Po.



 






En el exterior hay una copia de la estatua de Constantino, primer emperador romano que perteneció al cristianismo.

Es la más antigua de Milán. Construida en el s.IV con los restos de otros yacimientos cristianos. 

 



Destaca en su interior la capilla de San Aquilino con mosaicos bizantinos de esa época.
















Siguiendo los raíles del tranvía… 
















...llegamos a la Basílica de San Eustorgio.



Se construyó en torno al s. IV y cuenta la tradición, que San Eustorgio trasladaba los restos de los Reyes Magos desde Constantinopla. La carreta se paró inexplicablemente en este lugar y se construyó la iglesia, donde hoy en día aun se conserva en una urna de cristal el sarcófago de los Reyes.




























  
Mires donde mires siempre hay edificios con los que te vas encontrando por el camino y te van sorprendiendo por uno u otro motivo.







































Basílica de San Ambrosio, patrón de la ciudad y consagrada en el año 387, era un cementerio. Se conserva una capilla anterior a la primera basílica, el Sacello di San Vittore.












Su aspecto exterior la hace particular: dos torres de ladrillo a diferentes alturas y un enorme atrio casi tan grande como la iglesia.





En la cripta de la basílica se encuentran los esqueletos de San Ambrosio, San Gervasio y San Protasio, vestidos de gala. No sé a vosotros pero a mí… esto me va a dar más de una pesadilla.






Una paradita para tomarme un gelatto y reponer fuerzas para seguir con la visita.






  Castello Sforzesco. Se construyó como fortaleza en 1368. Tuvo muchos usos a lo largo de su historia: residencia principal de Ludovico el Moro y palacio ducal, se llamaron a los mejores artistas de la época para convertirlo en una de las cortes más elegantes de Italia; en manos españolas y austriacas recuperó su función militar; y, en la actualidad, alberga algunos de los mejores museos de la ciudad.
 Está dominado por la Torre de Filarete.

  
 










 

En su interior, cuenta con un amplio patio donde se concentraba el ejército.


 




La Torre del Reloj 
construida en 1450.



 




Cruzando el castillo se encuentra el 
parque Sempiore, bonito lugar para 
pasear y dejarse cautivar por la tranquilidad 
que se respira en él.








Bajando por la vía Dante, una de las más importantes de la ciudad, se llega a la Piazza Cordusto. 
 





 



Una bonita plaza donde, a parte de edificios importantes, se cruzan varias líneas de tranvía presentes en Milán desde 1876. Algunos de ellos son históricos con más de 80 años de antigüedad.











Uno de sus lados da a la Galería Vittorio Emanuele II.
En el suelo de la galería hay un toro de azulejos al que hay que pisarle los huevos dando la vuelta completa, sin levantar el pie, para que traiga suerte.
Mucho más fácil para mí con mis rueditas.





 Ya en los alrededores de la Piazza del Duomo busqué un ristorante donde probar una deliciosa pizza local
y dedicar el resto del día a pasear por la Vía Montenapoleone y la Vía Della Spiga, que son las calles más importantes del llamado “Cuadrilátero de la Moda”, donde se encuentran las boutiques más prestigiosas de la ciudad.








3 comentarios:

  1. Vayaaaa lo bueno se hace esperar. Y te manejaste bien con el italiano? Jajaja ;)

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    1. Jejeje sí alora es molto fasíle ;) lo difícil es moverse en coche por Milán sin GPS

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  2. Vayaaaa lo bueno se hace esperar. Y te manejaste bien con el italiano? Jajaja ;)

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