domingo, 20 de noviembre de 2016

Mi sexto viaje III: Milán, Verona y Bérgamo Febrero 2014


 


 Desayuno y despedida de la bonita y encantadora ciudad de Verona.


 

Puse rumbo a Bérgamo a 117 Km, última parada del viaje. 
Es un cómodo trayecto hasta llegar a la ciudad y la visita de un día merece la pena.



Tuve la suerte de alojar mis ruedecitas en un apartamento justo al inicio del camino a la Ciudad Alta. 
La ciudad se divide en dos zonas bien diferenciadas: la parte moderna, no me dio tiempo de visitar; y la parte alta, delimitada por la Muralla Véneta. El temor a sufrir un ataque español llevó a la ciudad a construir esta muralla de 6 km en la que solo existían 4 puertas de acceso.



 Conserva su aspecto medieval y renacentista y es todo un lujo para la vista, no para mis pobres ruedecitas, ir ascendiendo la colina por sus callejuelas adoquinadas e ir recorriendo el muro con sus impresionantes vistas de la ciudad y su entorno.

 
Puerta de San Agostino, una de las puertas de acceso a la ciudad que se conservan y que se levantó a finales del s. XVI.















 




Plaza Santa María. A través de ella se entra a la Basílica de Santa María Maggiore, edificada entre los s. XII y XVI. Guarda obras valiosas como el coro de madera y tapices flamencos y florentinos que decoran tabiques en su interior.

En la parte izquierda el Nártex septentrional realizado por Giovanni de Campione a mediados del s. XIV. Es una estructura magnífica, rica en bajorrelieves, figuras y esculturas, destacando los leones que mantienen las columnas. 
 



 




El bonito rosetón resalta en la fachada de la Capilla Colleoni, construida a finales del s. XV y una de las máximas expresiones del Renacimiento Lombardo. En su interior guarda los sepulcros de Bartolomeo Colleoni, célebre capitán de mercenarios y de la hija Medea, además de frescos del s. XVIII de Giambattista Tiepolo.





La Catedral de Bérgamo, el Duomo, es de antigua fundación y reedificada en la época de los Comunes (principio del s. XIII). Está dedicada al patrón de la ciudad, San Alejandro de Bérgamo.




Piazza Vecchia (Plaza Vieja). Bonita plaza, corazón de la ciudad y antiguo centro de su vida política y administrativa. En ella podemos encontrar el Palazzo Della Regione, el Palazzo del Modesta del Comune, el Palazzo Nuovo y la Torre Cívica. También podemos degustar un rico cappuccino o lo que hizo esta maletita golosa, pedir un gelato de tres bolas.
En el centro la Fuente Contarini de 1780.

A la izquierda puede verse el león de San Marcos (s. XVI) en el Palazzo Della Regione, para recordar la dominación de la República de Venecia.



La Torre Cívica o Campanone es la torre maciza del Ayuntamiento, y domina una escalera del s. XIV. Mide 52m y a las 10 de cada noche recuerda con 100 tañidos “el toque de queda”, antiguo cierre nocturno de las puertas de la ciudad.



Cittadella. Hecha construir en 1355 como complejo defensivo de la ciudad. 


 
Alberga el Museo de Ciencias Naturales “Enrico Caffi”, el Museo Arqueológico, un Jardín Botánico de 1.750m2 de especies y con unas espléndidas vistas de la ciudad.



 
Portales de la Ciudadela.




 
Ascendí por el Funicular Di San Vigilio para subir al antiguo castillo de la ciudad, del que no queda a penas nada pero que en un futuro quieren reconstruir. 




 

 





Justo un poco más arriba hay un parque y un mirador. Las vistas de la ciudad son increíbles y más a la puesta de sol, por lo que vale la pena el paseo.

Regreso y parada en el camino para degustar un buen plato de pasta con postre incluido, muy merecido por cierto. Y muy recomendable el sitio: Ristorante da Franco.






 
Y hasta aquí mi aventura de 4 días recorriendo las ciudades de Milán, Verona y Bérgamo.

 Ciao!!! Ci Vediamo presto!!!

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